Hay muchos puntos de partida para mejorar nuestra alimentación a medida que envejecemos. Algunas veces, solo se necesitan pequeños cambios para ajustar nuestra propia alimentación, y así sentir mayor vitalidad y redescubrir el sabor por la vida.
Si nuestras porciones se vuelven más pequeñas, es sumamente importante seleccionar alimentos de alto valor nutricional que nos proporcionen los nutrientes esenciales para garantizarnos su incorporación.
Ya sea que practiquemos deporte una vez a la semana, hagamos ejercicio en el gimnasio, nos ocupemos de cuidar el jardín o salgamos a caminar: el ejercicio físico regular trae muchos beneficios. Mantenemos nuestra movilidad, participamos activamente en la vida social y fortalecemos nuestros músculos. El aire fresco y el ejercicio también pueden estimular nuestro apetito. Cuando somos optimistas y estamos en equilibrio, es más fácil mantener un buen estado nutricional.
Normalmente perdemos peso a medida que pasan los años, pero esto se debe a la perdida de la musculatura y no a la pérdida de la grasa corporal. Mantener nuestra fuerza muscular es un factor esencial en el mantenimiento de nuestra movilidad. Los problemas de espalda, la inestabilidad al subir las escaleras y la dificultad para caminar, a menudo se pueden evitar con el ejercicio regular. Para mantener nuestra masa muscular, la alimentación diaria debe contener alimentos ricos en proteínas como las carnes, el pescado o los lácteos.
Aumenta los niveles de energía y mantiene la fuerza muscular, por lo que puedes sentirte menos cansado.
•Vive una vida activa.
•Sentite más fuerte.
•Sentite emocionalmente bien.
•Redescubrí el sabor por la vida.
